sábado, 30 de julio de 2011


Super 8: Sabe más a Steven Spielberg

Su problema es que trata de revisitar una época sin la chispa de la originalidad



Últimamente me he topado con varias cintas que transpiran el cine de los 80’s, es comprensible, ya que en esa década nacieron muchos de los clásicos de ciencia ficción. Varias cintas ochenteras han sido influencia para muchos de los directores actuales. Comenté lo anterior para llegar a: Super 8. Lo nuevo de J.J. Abrams. 

En el verano de 1979, un grupo de jóvenes de un pequeño pueblo de Ohio son testigos de un choque de trenes catastrófico mientras rodaban una película en super 8. Cuando comienzan una serie de desapariciones irregulares y eventos inexplicables, los chicos sospechan que no fue un accidente y el jefe de policía intentará descubrir la verdad. 

J.J. lo considero un genio a la hora de mencionar a los mejores creadores de cintas de ciencia ficción: Lost, Cloverfield y Fringe; son muestra grandes de su talento, y si a esto le adjudicamos las campañas publicitarias para Lost y la magnífica Cloverfield, se le podría decir también un gran creativo publicitario. 

Así como hiciera en Monstruoso, Super 8, gozó de una ingeniosa publicidad viral, sitios web raros, cámaras Super 8 y tráiler donde no se mostraba mucho. 

Misterios, misterios y más misterios. La cinta tiene un excelente planteamiento que te mantiene al tanto de todos los sucesos raros que pasan en el pequeño pueblo. Durante los primeros cuarenta minutos la película te lanza toda una serie de preguntas sin responder, por lo tanto, lo primero que te imaginas es que el resto de la cinta será la respuesta de todas ellas, sin embargo, no te resuelven todo de la manera que lo esperas. 

Super 8, tiene mucho de la mejor época de Spielberg, y no digo que las influencias sean malas, pero J.J. Abrams no tiene mucho de sus estilo original en la cinta, su problema es que trata de revisitar una época sin la chispa de la originalidad –Steven se ve manifestado demasiado--. Aún con inminente comparación a películas como E.T., Los Goonies y Encuentros del Tercer Tipo, el filme tiene un problema de cómo resolver todos los misterios que se trazaron a lo largo de la mitad de la historia, y no un problema de “respuesta”, si no que, “visualmente” se resuelven con un “vídeo” de una forma poco emocionante. La película se cae a la hora de resolver, ya que Abrams recurre a la misma técnica de: “mostrar poco sobre el monstruo” y terminando en algo fallido. 

Todo termina teniendo un sinfín de momentos cursis e infantiles, dignos de cualquier película de Spielberg –pareciera que éste sólo nombró a J.J. director por qué no lo llamaran repetitivo--. Agreguemos a esto que los adultos con mayor participación me resultaron un poco caricaturizados, además de la subtrama de relleno: La relación conflictiva padre e hijo luego de la muerte de la madre. 

Entre los pocos aciertos: la frescura de los chamacos, el cortometraje que aparece en los títulos de crédito, la excelente fotografía y la secuencia del choque del tren. Si el tono del filme hubiera sido más "indie" y contemporáneo hubiera valido la pena. Para fingir una sarta de tópicos no hacía falta una gran producción, y J.J. Abrams lo tiene claro. 

Simplemente para pasar el rato y recordar cintas que inspiraron a Super 8.

Diego S.

domingo, 24 de julio de 2011


Love Story. Un pilar del género romántico.


Hay cintas que resultan ser fórmula para cierto género cinematográfico y lograr hacer una película consistente. Cintas que son las bases del género. Love Story es uno de los pilares que sostienen al género romántico. 

Dos universitarios de Harvard que pertenecen a clases sociales muy distintas. Él, Oliver Barrett IV (Ryan O'Neal), es hijo de un poderoso banquero, mientras que el padre de Jenny (Ali MacGraw) es un humilde emigrante italiano. A pesar de ello, se enamoran, pero una enfermedad los enfrentará a algo mucho más grave que sus diferencias sociales. 

Arthur Hiller plantea una historia de amor entre dos jóvenes; que como Romeo y Julieta, son capaces de renunciar a sus mundos con tal de vivir el amor verdadero.
Ali MacGraw y Ryan O'neal fueron catapultados hacia el estrellato gracias a esta película –cinta clave de ambos actores y de la década de los setentas--, la cual ha emocionado, y emocionará durante años a diversas generaciones. Ambos realizan unas interpretaciones entrañables y tiernas, que hacen sonreír al espectador; sonrisas que sirven de apoyo a las lágrimas. 

Love Story no se puede criticar por sus grandes dosis de cursilería, es una historia que desde el inicio te plantea lo que será: Una historia feliz con un final trágico. Para los novatos en la cinematografía setentera la verán como una cinta con aires de Shakespeare, y lo es, pero estamos ante una de las joyas románticas al estilo de Lo que el viento se llevó; un clásico. 

Una Historia de amor es una clara influencia para cintas como 500 días con ella, Blue Valentine entre otras…sus diálogos son inteligentes que logran convencer como si se tratara de una relación actual. Love Story no envejece. Resaltan sus increíbles diálogos y precisos para cada uno de los personaje. Desde el inicio se marca la personalidad de los personajes. 

Oliver: ¿Qué te hace suponer que soy un niño bien? Jenny : Tienes pinta de estúpido y rico Oliver :Pues has de saber que soy listo y pobre Jenny : ahaha yo soy lista y pobre Oliver: ¿Porqué te crees tan lista? Jenny : No iría a tomar café contigo Óliver :Tampoco te lo he pedido Jenny :Precisamente por eso eres estúpido.

Hablar de Love story es hablar de su conocidísima banda sonora. La música la tenemos todo el mundo en mente, y se ha convertido en una de las melodías más interpretadas por diversos músicos, y en una las bandas sonoras más bellas de la historia del cine. 

Una hermosa narración sobre el lema “el amor lo puede todo”. Exquisita, lacrimógena ,trascendente e imprescindible.

Diego S.


sábado, 16 de julio de 2011


Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 2. Un final insípido.

"David Yates siempre fue el error de la saga"



Las sagas cinematográficas se han mantenido como una fuente inagotable de ingresos para la industria del cine. Independientemente de los resultados monetarios, las cintas han marcado generaciones; donde, gracias a las diversas cintas se han desarrollado un sinfín de cultos, objetos, atracciones mecánicas, palabras etc. Algunas de las sagas llegaron ya a formar parte de la cultura pop. La Guerra de las Galaxias, Volver al Futuro y El Señor de los Anillos; sagas que han permanecido y trascendido en el cine, que pasaron a ser emblemas de la generación en que surgieron. Harry Potter ha sido una de las sagas cinematográficas más rentables en la historia del séptimo arte. 10 años después, la historia del maguito ha llegado a su fin. Un final desabrido. 

El final ha llegado. Harry, Hermione y Ron deberán encontrar la forma de recuperar la espada de Gryffindor que les permitirá destruir los últimos horrocruxes que aún no han encontrado. Mientras tanto Lord Voldemort cada día está más cerca de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter. 

Luego de que se les ocurriera dividir el último tomo de la historia de Potter en dos partes, lo primero que me vino a la mente fue “todo será por el bien de la historia y un digno cierre”. Equivocado por completo. El cierre me pareció tibio, cero clímax y pésima dirección. 

Las expectativas eran enormes todo gracias al emocionante tráiler, pero el granito del arroz fue de quien estaba a la cabeza del filme: David Yates. El director enterró de una terrible manera una saga que entretuvo a millones de personas en el mundo, todo a su floja manera de dirigir las secuencias cumbres de la última parte. Entendí, que si bien, la primera parte de las Reliquias de la Muerte era el desarrollo del final y por lo tanto la acción era escasa; la segunda parte sería el final de finales, la acción pura de la destrucción del mundo mágico. Yates, no aprendió de los errores cometidos en sus anteriores cintas –para ser preciso, las últimas cuatro— y sólo deja ver su inexperiencia dirigiendo cintas de gran calibre. La parte dos de las Reliquias de la Muerte fue una historia emocionante tirada por los suelos por una adaptación penosa, dirigida con poca imaginación y de forma completamente sistemática. 

¿Estoy siendo muy duro? No. Fueron sólo ocho cintas que nos chutamos para poder llegar a esto --¿Sólo ocho?--. Harry Potter, Es una historia que ha crecido con una generación. El mago de las gafas, el de la cicatriz crecía y maduraba junto a sus fans. Para los jóvenes del último siglo, Harry Potter representó la iniciación a la lectura, el amor por la aventura y la espera de la cinta año tras años, tras el final de la saga en el mundo de los libros. Los seguidores se merecían algo mejor, un final digno para los fervientes “fans” y para los que sólo lo disfrutaron en el cine. 

¿Qué no las escenas finales son la cúspide de una película? Y ¿Es dónde te juegas el todo por el todo? Bueno, las esperadas batallas mágicas fueron una muestra de la poca creatividad del director a la hora de filmar secuencias de acción –el discurso narrativo es la visión del director, no del guionista--, todos nos esperábamos una experiencia magistral a la hora de la caída de Hogwarts, el gran enfrentamiento entre el bien y el mal, y la muerte de varios personajes clave de la historia. Yates también demostró que es pésimo para dirigir escenas con carga dramática. Cada una de las muertes fueron sin chiste alguno. Simplemente no se sienten. Reitero: el director siempre fue el error. 

No me puedo quejar del elenco. Harry Potter y sus amigos siempre serán Daniel Radcliffe, Ruper Grint y Emma Watson. De hecho los papeles a cada uno de los actores les quedaba ya chicos, no eran ningún reto. Alan Rickman, Ralph Fiennes Y Helena Boham Carter espléndidos como siempre. Los efectos visuales y la música poco trascendentes –y lástima, la musicalización estuvo a cargo de Alexandre Desplant--. Entre tanto desastre, sólo puedo rescatar una secuencia: la parte del dragón blanco. No más. 

Un final insípido llega derrumbando toda la espera y expectativas que habían puestas en él. Literalmente “Todo termina aquí”. Una saga mal terminada, y una pésima adaptación. Harry Potter ha muerto –y de qué manera.

Diego S.


domingo, 10 de julio de 2011


Hagamos Una Porno. Comedia romántica ¿Sucia?




¿Hagamos Una Porno? Un título muy subjetivo y provocador. Lo primero que evocaría sería una cinta vulgar con chistes bajos referentes a los genitales, sin embargo, al ser dirigida por el ingenioso y cómico, Kevin Smith, tienes que darle una oportunidad gracias a su respaldo de cintas como: Clerks, Mallrats y Persiguiendo a Amy. El cine de Smith se ha caracterizado por tener referencias a la cultura geek –el propio Kevin es creador de comics--. 

Zack y Miri son dos amigos que se conocieron en el instituto y a los que les cuesta afrontar la edad adulta pues, a sus veintimuchos años, se ven inmersos en deudas. Para hacer dinero rápido deciden montar una empresa para grabar porno amateur con sus amigos. Mientras rueden las películas, descubrirán que sentían algo más el uno hacia el otro que la platónica amistad que les había unido hasta ahora. 

La moda del cine de comedia ha girado últimamente entorno a Jud Apatow, quien de cierta manera le dio un segundo aire a las comedias americanas. Aún así, Jud, cayó en el encasillamiento y el reciclaje de sus comedias exitosas. Hagamos Una Porno, recupera el humor perdido que había caracterizado al director y se adapta a la ola Appatow, claro, pero a su manera. 

Kevin Smith dirige bien una película llena de referencias al mundo del cine y con unos diálogos divertidísimos, y que muchos tacharán de vulgares, pero Kevin Smith suele mezclar el humor inteligente con el humor vulgar, para acabar convirtiendo a este último en humor inteligente también. ¿Una comedia romántica con diálogos sucios? Sí. 

Gran parte de que la cinta funcione –aparte del ingenioso guión—son el ensambles actoral. Elizabeth Banks y Seth Rogen arman una pareja particular y desprenden una extraordinaria química en pantalla. Los diálogos parecieran estar hechos para los actores en sí –no dudo que Smith los haya visualizado a ellos desde el inicio--. “se me quemaron los vellos de los testículos” entre otras frases lucen más graciosa que vulgares. 

La esencia de Hagamos… es la fórmula típica de una comedia en su género: te amo, te odio, regresamos y celos. Todo se diferencia gracias al contexto porno y lo que es el atractivo del cine para adultos. La parodia de alguna cinta existente adaptada al cine XXX. He ahí donde Smith mete su gusto por el cine, y el amor a cintas como la Stars Wars o como sería la cinta dentro de la cinta, “Stars Whores”. 

Una película divertida, con buenos gags, que mejora claramente cuando se libra de la última tendencia repelente --cosa que pasa pronto, afortunadamente--. Comedia romántica en el sentido más convencional y que para ello se vale de un medio tan heterodoxo como "el cine porno". Una buena experiencia para aquellos que no tengan reticencias ante ciertas temáticas/posturas. P.D. Esperen al final de los créditos.

Diego S.

martes, 5 de julio de 2011


Transformers 3. No busquen lo que no se ve en el trailer.


Al cine palomero o comercial sólo se puede pedir que cumpla su prioridad: entretener. Claro, si además de lo anterior se le puede agregar una gran historia y buen elenco, a nadie le disgusta. Michael Bay es considerado uno de los directores contemporáneos que se dedica a producir cintas taquilleras. Sus películas tienen dos ingredientes principales: Atractivo visual y grandes efectos especiales. Transformers 3 el lado oscuro de la luna, cumple con entretener. 

En esta tercera entrega de la saga Transformers, los Autobots y los Decepticons se ven envueltos en una peligrosa carrera espacial en la Tierra entre los EE.UU. y Rusia, donde un acontecimiento amenaza con provocar una guerra tan grande que ni los propios transformers puede que sean capaces de salvar nuestro planeta. Y una vez más, como casi siempre, Sam Witwicky se encuentra involuntariamente en medio del conflicto. 

Así como todo mundo tiene su caricatura predilecta con la cual crecieron, tengo que admitir: Transformers es una de las cintas que marcaron mi infancia. Después de admitir mi gusto por los robots ochenteros, comenzaré con la historia. Luego de que la secuela resultara un fraude, Michael Bay trabajó una mejor historia que involucraba un acontecimiento histórico. La llegada del hombre a la luna resultó un buen pretexto para desarrollar la tercera entrega de los transformers. 

A Bay se le puede tachar de un sinfín de cosas, pero para lo que sí es bueno; es para justificar todos los millones de dólares que le invierte. Los efectos especiales son su especialidad los robots están impecablemente creados, las secuencias de acción están llenas de adrenalina. Eso es lo que hay. 

Lo que no vas a encontrar. El guión es pésimo; el desarrollo de los personajes es meramente superficial, los diálogos son tan sosos que las conversaciones entres los robots parecen leídos por un actor cualquiera –y duele decirlo ya que detrás de los transformers hay grandes actores--. Un grave error es alargar tanto una cinta que no necesita tantas vueltas, el contexto de la historia tarda más de una hora en despegar; lo cual hace que la película se sienta muy pesada –casi 3 horas de duración, innecesario para una cinta con un guión tan flojo--. 

Shia LaBeouf cumple su papel de niño estúpido con la chica guapa. El peor error de reparto: La sustitución de Megan Fox, quizá ella no era gran actriz, pero se arriesgaba en las escenas y daba el aspecto de una chica ruda y atrevida –aparte era el atractivo visual--. Lo PEOR de la cinta: Rosie Huntington- Whiteley, la modelo deja claro el cliché de la rubia estúpida; se nota que la utilizaron para explotarla visualmente. Sus diálogos son de relleno –dura un buen rato sin hablar, parecía que sus parlamentos eran para justificarla como actriz—y sus apariciones eran perfectas –creía estar en algún comercial de moda--, la mujer está impecable y en tacones, hasta cuando se cae un edificio. 

En general la película es entretenida, errores tiene muchos. Los fans de los juguetes de Hasbro la disfrutaran, los amantes de la acción quedarán complacidos –la última hora es adrenalina pura--. No busquen lo que no se ve en el trailer.

PD. veánla en 3D, vale la pena.

Diego S.

sábado, 2 de julio de 2011


Donde Viven Los Monstruos; Alarde imaginativo de la realidad.



El hecho de que las películas estén protagonizadas por animales o botargas, no significa que la cinta sea dirigida al público infantil. Donde viven los monstruos de Spike Jonze está protagonizada por un niño y varias botargas, aún así, no es una cinta familiar. 

Where The Wild Things Are es una adaptación del clásico cuento para niños de Maurice Sendak, protagonizado por Max, un desobediente niño que es enviado a la cama sin cenar y que crea su propio mundo imaginario: un lugar poblado por feroces criaturas que le tienen a él como líder. 

Donde Viven los monstruos se centra en mostrar una etapa de la niñez, no la parte divertida, si no que, una parte realista con un alarde de imaginación. Spike Jonze se adentró a la psique de un infante, que trata de disfrazar todos los problemas familiares con una gran dosis de imaginación. 

Agradezco que Spike Jonze no haya remarcado en exceso los aspectos sensibleros e instructivos como suele ocurrir en los filmes aptos para todos los públicos –advierto, que la clasificación sea A, no significa que sea una cinta sencilla-- . Es posible que la película tenga un tono demasiado melancólico o pausado para el público en general, pero también tiene en gran medida, la lógica de un niño, con lo que puede incluso entusiasmar a algunos de ellos, dudo que a la mayoría. 

Un filme admirable --ya que era difícil realizar un largometraje de un texto tan corto-- que logra mantener el interés con una historia tan sencilla. Aunque quizá hay demasiados conflictos surgidos "de la nada" Jonze lo presenta como una metáfora de las inquietudes del niño y consigue que nos emocionemos en más de un momento. 

Los efectos especiales son acertados. Cada uno de los monstruos –que son similares a los personajes de los muppets— evocan a la mente infantil y pura de un infante –sólo imaginan cosas rara, pero no monstruosas—creando una armonía visual con el mundo ficticio del niño. La música realizada por Karen O –vocalista de Yeah Yeah Yeahs—es conmovedora, emotiva, melancólica y para nada infantil. Grandioso soundtrack. 

Sin duda el mejor personaje de la película es el niño –Max Records--, quien logra sostener toda la cinta en sus propios hombros –algo que muchos actores “maduros” no logran—con una interpretación ejemplar. 

Un tanto incomprendida por la manera errónea en que se vendía, además de que es una historia segmentada para cierto tipo de público –algunos de los críticos la tacharon de aburrida--. Donde Viven los Monstruos será una delicia para los seguidores del director.

Diego S.