domingo, 25 de agosto de 2013


El Conjuro es “lo mejor” del cine de terror entre la escasa propuesta del género.


Como les he comentado antes uno de mis géneros cinematográficos favoritos es el de terror y todo lo que se deriva de este. Hoy en día en México las cintas de horror son las más rentables, independientemente de que título sea, hasta la película más mediocre triunfa. En estos tiempos donde toda fórmula se desgasta hasta el cansancio con interminables secuelas y tramas poco originales es casi imposible que una historia de terror se buena, ante esta ola de churros se hablaba mucho de El Conjuro, cinta que ha triunfado tanto en taquilla como en crítica, me pareció lo mejor que se ha visto en el género en algunos años. 



La película está basada en la historia real de la familia Perron y sus encuentros sobrenaturales en su casa de Rhode Island. Ed y Lorraine Warren, investigadores de renombre en el mundo de los fenómenos paranormales, son llamados por una familia aterrorizada por una presencia oscura en una granja aislada. Obligados a enfrentarse a una poderosa entidad demoníaca, los Warren se encontraron atrapados en el caso más terrorífico de sus vidas. 

El que diga “lo mejor” no significa que sea una obra maestra, se infló mucho con tantas alabanzas, eso suele pasar después de no haber nada bueno durante años en el género. El Conjuro tiene muchos puntos a favor, comenzando por su excelente fotografía que te transporta a los años setenta, acompañada de una correcta banda sonora. El reparto destaca por la excelente interpretación de Vera Farmiga, quien como una vidente sufrida y madre protectora expresa su temor al toparse con un demonio como el que nunca se habían encontrado, lo acompaña un Patrick Wilson plano y una Lili Taylor en madre temerosa pero muy correcta. 

La secuencia inicial es lo mejor de la película, contar la historia de la muñeca Anabelle y como asechaba a las dos enfermeras dentro de su departamento le dio un despegue increíble a la película, la muñeca es realmente tétrica. 

Sí, reitero, técnicamente está bien hecha y hay un par de recursos --casi siempre sonoros-- que funcionan y que, incluso, pueden llegar a sorprender a alguien -y digo alguien- pero tengo que decirlo: es un tanto predecible, y no me refiero a que el argumento sea simple -que lo es-, sino a que las terroríficas herramientas que el director ha decidido utilizar son un puro y simple refrito de todo lo que se ha visto ya en los últimos años. 

La parte final se disfruta como lo más tenebroso y parte de lo rescatable de la película, todo gracias a la grandiosa dirección de James Wan, quien ya se ve más cómodo detrás de cámaras y muestra mayor fluidez en su trabajo. 

Es lo más rescatable de los que va del año dentro del género, pero no me parece la obra maestra que muchos presumen. Entretenida lo es, bien hecha está, pero me dejó un sin sabor. Seguro se van asustar, esperarán con ganas la secuela y la posible saga de los expedientes Warren. 

Diego Sahagún



domingo, 14 de julio de 2013


Titanes Del Pacífico: la reina absoluta del verano y del género kaiju.

Del Toro complace a los niños internos, sin insultar la inteligencia de los adultos en que se convirtieron.

El cine nació como una meta clara, entretener, a lo largo de los años su finalidad ha sido relativa, ya que se utiliza para documentar sucesos que aquejan a la sociedad por medio del género documental, de igual manera, el séptimo arte se ha ido abriendo hacía la ciencia ficción y la animación, contando mediante el género historias fantásticas sobre otros mundo e inclusive el futuro. Cualquiera que sea el género, la finalidad de las películas es hacer pasar un buen rato de entretenimiento cualquiera sea el género. Guillermo Del Toro es un director más que conocido en el mundo y en México, sobra decir que es el creador de cintas clave de la última década a nivel mundial y era de esperarse que el gordito con lentes trajera una de las cintas que entran perfectamente en el concepto de ENTRETENIMIENTO, Titanes Del Pacífico. 

Cuando legiones de monstruosas criaturas, denominadas Kaiju, comienzan a salir del mar, se inicia una guerra que acabará con millones de vidas y que consumirá los recursos de la humanidad durante interminables años. Para combatir a los Kaiju gigantes diseñan un tipo especial de arma: enormes robots, llamados Jaegers, que son controlados simultáneamente por dos pilotos cuyas mentes están bloqueadas en un puente neural. Pero incluso los Jaegers proporcionan poca defensa ante los incansables Kaiju. A punto de la derrota, las fuerzas que defienden a la humanidad no tienen otra elección que recurrir a dos insólitos héroes: un ex piloto acabado (Charlie Hunnam) y un aprendiz que todavía no se ha puesto a prueba (Rinko Kikuchi). Ambos se unen para traer a un legendario pero al parecer obsoleto Jaeger del pasado. Juntos, son la última esperanza de la humanidad frente al Apocalipsis que se avecina. 

Luego de algunos años de rechazar películas, Del toro, se tomó su tiempo para escribir la cinta que sería la carta de amor para todas esas cintas, ánimes y cómics llenos de monstruos gigantes que nos divirtieron en la infancia –Godzilla, Tiburón, Mazinger Z y algunos ánimes más--. El contexto es sencillo y todo se explica perfectamente en el prólogo de la cinta, en el abismo del océano se abre una puerta que conecta a la tierra con otro mundo, el cual está lleno de monstruos gigantes que comienzan hacer de las suyas en el planeta. Las únicas expectativas ante una película como esta es simplemente entretenerte, lo cual Titanes del Pacífico logra gracias a sus grandiosas secuencias de batallas entre colosos –por favor paguen un poco más y vayan a disfrutarla en una sala IMAX 3D, vale la pena--, esas batallas que alguna vez vieron en series o caricaturas cobran vida como siempre debieron de ser --con permiso Transformers--, Guillermo tenía claro cómo tendría que ser una batalla entre gigantes, los Jaegers se mueven como debería moverse un androide y los Kaiju actúan como deben hacerlo. Lo que todo niño soñó alguna vez, Del toro supo como trasladarlo a la pantalla sin caer en lo Michael Bay, logrando que cualquiera que guste de la ciencia ficción se quede asombrado, el director mexicano le habla a nuestro niño interno para hacerlo resurgir durante más de dos horas. 

Pacific Rim es sin duda la película que se lleva el verano, imposible que las películas que estar por venir logren lo que hace Pacific RIm, que independientemente de su cuidado visual y su gran manufactura, Titanes… es un relato honesto realizado para los infantes que no se preocupaban por encontrarle errores a un guión, ni por buscar una excelente actuación, cada pieza del titán está muy ad hoc al género. 

Pero como amante del cine, es inevitable dejar pasar el asunto de la historia, los protagonistas Idris Elba y Rinko Kikuchi tienen una entrañable historia y lo mejor de las actuaciones dentro de la película, en especial la actriz oriental quien entrega una de las mejores escenas que hacen honor al género kaiju proveniente de su país. La música está al nivel de los titantes al igual que el sonido. 

Reitero, la dirección de arte es detallada y repleta de homenajes a los monstruos más emblemáticos del género, uno de los kaiju evoca a Tiburón, otro tiene rasgos de Godzilla y como era de esperarse, el mexicano hizo distinción a Lovecraft con un monstruo marino que recuerda a Cthulhu su criatura favorita. Las máquinas no están perfectamente brillantes, lucen desgatadas, al igual que luciría un tanque de batalla. 

Lo malo de la cinta es que en ciertas historias pretende profundizar mediante la tragedia de uno de los protagonistas, Carlie Hunnam, quien es completamente plano y su historia no termina por cuajar. También la comedia que es característica del director se siente incómoda y sosa, el profesor no termina de convencer y los chistes de Ron Perlman no funcionan del todo por el ritmo colosal de la historia. 

Del Toro complace a los niños internos, sin insultar la inteligencia de los adultos en que se convirtieron. Titanes del Pacífico es la película que todos esperábamos que hubiera sido Transformers, si no la hubiera dirigido Michael Bay, lo mismo pasa con lo que hubiera sido Godzilla si no la hubiera arruinado Roland Emmerich. Pacific Rim es colosal y fiel al estilo del director, es un madrazo de entretenimiento. Imprescindible. 

Diego Sahagún 


P.D. Hay escena post créditos.

jueves, 2 de mayo de 2013


Iron Man 3: cumple en cine, insatisfacción geek.


Las películas de Marvel se han vuelto uno de los platillos fuertes cada año y cada verano en la cartelera mundual, generalmente tienen buena pinta y era de esperarse que Iron Man en su primera trilogía –creo que seguirán más cintas del hombre de acero-- preparara algo asombroso para un nuevo comienzo. Me ha gustado a secas. Simplemente sufrí de la maldición de “altas expectativas”. 


El descarado y brillante empresario Tony Stark/Iron Man se enfrentará a un enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a las personas que quiere. 

Debo reconocer que la película es sumamente entretenida, mi parte no geek salió completamente satisfecho, sin embargo, como buen fan de Iron Man, en mis tiempos de niño tuve la oportunidad de leer muchos cómics y también un poco crecidito, por lo que esperaba la gran aparición de “el mandarín”, el némesis de uno de mis héroes favoritos. Con este contexto fue que mi parte “geek” salió completamente decepcionado. 


Iron Man luce perfectamente bien, excelente historia –para los que no conocen mucho a los personajes del cómic—un grandioso reparto y buena dirección; además de grandes dosis de acción lo que dan como resultado un buen rato de entretenimiento. Ahora, el guión se vio un tanto más serio, lo cual me pareció perfecto luego de la era post Avengers, ya que tenían que moderarse con el villano para que el espectador no se preguntara el por qué de no llamar a sus amigos Los Vengadores; llevando a realizar una historia más pegada a la realidad --¿alguien dijo Osama Bin Laden?--con ciertos toques de thriller político, eliminando completamente los podres sobrenaturales que posee originalmente “el mandarín”. No le hago el feo al desarrollo de la historia, pero cuando vean la película entenderán el punto –de mi insatisfacción--, no le encuentro mucho sentido el que hubieran “utilizado” de esa forma al némesis del hombre de hierro, la cosa funcionaba igual si metían a cualquier otro personaje, en ese momento la película siento que perdió el encanto para mi lado amante del cómic y todo gracias a que sin tener poderes, como ya lo habían anunciado, durante la presentación de los vídeos terroristas del villano pintaba para ser un completo “malote”, cosa que no sucede por ningún lado. Me sentí violado. 


Dejando a un lado mi lado frustrado la cinta funciona por sólo tres actores: Robert, Gwyneth y Pearce. Downey es Iron Man y eso jamás se lo van a quitar por mucho tiempo, Paltrow por lo que aporta en esta cinta tenía que resaltar, les aviso, ella no sólo es damisela en peligro; por último, Guy Pearce entrega uno de los mejores villanos que han sido llevados a la pantalla grande del universo Marvel. 

La película tiene dos escenas clave que son especialmente emocioanes: la que se ha visto en el trailer, la destrucción de la mansión Stark y la parte final con todo el armamento de Tony. En verdad, en esos momentos se tomarán del asiento por la adrenalina. 

Aunque es la más seria de la trilogía, abunda el sentido del humor, propio del personaje de Robert Downey Jr. mientras la banda sonora de esta tercera entrega tiene mucho más nivel que la de las dos antecesoras. Bryan Tyler sabe potenciar las escenas de acción con la música. 

Tiene un comienzo flojo, sin embargo, la cinta se acomoda después del tropezón. Los amantes del Iron Man de las películas lo amarán, los del cómic…se sentirán un poco defraudados por el desperdicio de personaje --¿Por qué aceptó Sir Ben Kingsley?--, pero todo eso no demerita el buen rato que te pasas en el cine. Por cierto, da lo mismo si la ven en tercera dimensión o versión normal, el 3D no aporta mucho como pasara en películas como Avatar o The Avengers. Entretenida.


Diego S.


sábado, 13 de abril de 2013


Lazos Perversos y el excelente traslado de Corea a Hollywood.



Hollywood suele ser el camino final tanto de un actor o un director, en el caso de este último, llegar a la industria del cine que domina al mundo es para poder expandirse y mostrar tu trabajo a cada rincón del mundo. Guillermo Del Toro, Ang Lee y Michael Haneke han sido algunos de los directores que han dado su paso a Haollywood, unos de forma más discreta, otros, simplemente ya son constante en el cine mundial. Park Chan Wook es un coreano que saltó a la fama por su trilogía de “La Venganza”, pero la cinta que lo posicionó dentro de los estantes de las cintas de culto fue: Oldboy, cinta perfectamente realizada que gracias a su exquisita historia y sus inteligentes vueltas de tuerca lograron ponerlo en los ojos del mundo. Era inevitable que luego de su éxito, Park Chan Wook no quisiera tocar las mieles del éxito en la industria cinematográfica; Stoker o Lazos Perversos, es su salto a Hollywood y su primer cinta en inglés. 

Cuando India Stoker (Mia Wasikowska), una adolescente algo excéntrica, pierde a su padre (Dermot Mulroney) en un trágico accidente de coche el día en que cumple 18 años, su vida se hace añicos. El impasible comportamiento de India oculta profundos sentimientos que sólo su padre comprendía. Cuando Charlie (Matthew Goode), el hermano de su padre, aparece por sorpresa en el funeral, decide hacerse cargo de ella y de su inestable madre (Nicole Kidman). Aunque al principio desconfía de su encantador y misterioso tío, pronto se da cuenta de que tienen mucho en común. 

Muchos de los directores que se trasladan a trabajar fuera de su tierra, suelen perder su toque, ya sea por la barrera del idioma o porque no tienen todo el control creativo dentro de la historiam sin embargo, al coreano le pasa todo lo contrario. Lazos Perversos es un thriller sólido y lleno de misterio. 

Al momento de leer la sinopsis de la película, sencillamente no sabes que esperarte, el guión realizado por Wentowhort Miller –así es, el protagonista de Prision Break—mete intriga de una manera magistral, ya que los personajes están credos y delineados para hacer el misterio parte fundamental de ellos. Sabes todo lo que está pasando, pero en tu cabeza tratas de descifrar lo que podría ocurrirle a los protagonistas, quienes hacen un trabajo excepcional. Mia Wasikowska y Matthew Goode, estremecen y encantan con la mirada y sus estremecedores gestos, Goode, es el personaje que me perturbó demás, esos ojos en todo su esplendor me mantenían temeroso de lo que podría pasar con alguno de los miembros de la familia; Mia por otro lado, hizo a la perfección un personaje oscuro y solitario, de esos que alguna vez quiso hacer Tim Burton en sus películas habituales, pero sin la entrega y talento que maneja Wasikowska. 

La atmósfera creada por el director es claustrofóbicamente erótica, un ejercicio estético brillante, acompañado por un sonido insistente que acentúa la tensión de este thriller psicológico de forma gradual conforme se acerca el momento del desenlace. Una serie de guiños nos recuerdan a la antes mencionada Oldboy, esa forma de apretar el lápiz en la mano, nos hace asomar una sonrisa nerviosa, un preparatorio estudiadamente improvisado de lo que se avecina. Impecable fotografía que alterna una gran variedad de planos, encuadres y juegos de luces. Un trabajo magnífico pero que no está a la altura de los pasados trabajos de su realizador. 

Diego S.




No es que ignore a Nicole Kidman, pero su trabajo es intrascendente, no es malo pero queda opacada completamente por los otros , cabe resaltar que la Kidman cada vez más pierde gesticulación por abusar del botox.

lunes, 8 de abril de 2013


Posesión Infernal. El camino que deberían seguir los futuros remake.



Ya hubo remake de: Viernes 13, Hallowen, La Profecía, Masacre En Texas y viene en camino el remake de Carrie; a este paso era inevitable que Evil Dead tuviera uno tarde o temprano, ya que en su tiempo fue la sensación del cine serie B y el creador de la fórmula de los adolescentes acechados en un lugar solitario. Posesión Satánica logra posicionarse como un buen remake que dignifica a su mentora. 

Cinco amigos se alojan en una cabaña de Tenessee para así poder ayudar a una de los jóvenes, que se encuentra en rehabilitación por drogas. Estar sin sus drogas convierte a la chica en una persona agresiva, lo que llevará a sus amigos a no darse cuenta de que en realidad esta poseída por demonios que fueron desatados al leer el Necronomicon... 

Por allá en el inicio de la década de los ochentas, para ser preciso, en el año 81, un novato director preparaba su ópera prima, eligiendo el género de terror para su primer película. Sam Raimi se llamaba el director, luego de estrenar la cinta de bajo presupuesto y protagonizada por puro actor desconocido, Evil Dead fue un rotundo éxito y punta de lanza del cine de terror. Ya son más de tres décadas desde que salió aquella cinta y ha servido de inspiración para muchas cintas de género. Ahora, Posesión Infernal regresa de la mano de un director novato que se estrenara con un cortometraje de ciencia ficción, el uruguayo, Fede Álvarez. El director latino refresca la historia y le quita toda la esencia del cine serie B, el presupuesto se nota, al igual que el mando de las cámaras. 

El director y los guionistas –Diablo Cody y el propio Sam Raimi—trabajaron en una idea más “congruente”, para comenzar le desaparecieron el tono de comedia –aunque tiene sus momentos--, por otra parte, justificaron la historia de una forma más aterrizada; el grupo de jóvenes está en la cabaña para aislar a una de ellas por su problema con las drogas, lo que hace que realmente suena razonable el que permanezcan dentro del lugar más apartado de la civilización, al igual que, no huyan cuando comienzan a pasar sucesos sobrenaturales. 

El gore está más presente que nunca y es un punto por el cual los amantes de la sangre en el cine quedarán satisfechos, su huzo es desmedido por las múltiples mutilaciones. Lo mejor es que la cinta carece de CGI y en su lugar todo es todo es de manera “artesanal”. En momentos la atmósfera me recordó a Anticristo de Lars Von Trier, húmeda y llena de neblina, tenebrosa. 

Quizás uno de los detalles de la cinta es que al contrario de la original, esta versión carece de un personaje carismático como lo fuera Bruce Campbell, inclusive hay personajes de más, --¿Alguien recuerda un diálogo de la rubia?—que simplemente no recuerdas que existen hasta que se mutilan, sin embargo, la única que podría resaltar es la drogadicta, sus ojos son quienes le ayudan para parecer una demente –Al parecer así los tiene, pero es la más relevante--. 

Aún así, Posesión Infernal no es sólo un buen remake, que sabe lo que es, y lo aprovecha a su favor, en una película que hará las delicias de los amantes de la original, que suelen ser los primeros que se tiran de los pelos cuando sus obras se ven nuevamente versionadas. También es una de las mejores muestras de cine de género que nos ha llegado desde Estados Unidos en los últimos años, una obra realmente terrorífica, que además no escatima en usar el "torture porn" hasta límites que deja a Saw como un juego de niños, esta cinta se acerca más al cine francés que nos llegó los últimos años, lo cual usa de forma inteligente, no buscando únicamente la provocación con él, si no añadiéndolo a la historia como un elemento de verdadera estupefacción, apoyándose para intentar sustentar ese horror. Si todos los remakes que llegan tuvieran el poder que tiene Posesión Infernal, de admirar y respetar la obra original, y además salirse de los límites y marcar su camino con tal inteligencia, creo que todos estaríamos encantados de que hicieran remakes de cualquier película, esperemos que ésta empiece a marcar el camino. Muy recomendable.

Diego S.


 P.D. para los fans de la cinta original es recomendable que se queden hasta el final de los créditos, tendrán una agradable sorpresa.

viernes, 5 de abril de 2013


Seis Sesiones de Sexo. La perspectiva inexplorable de los discapacitados.



La curiosidad por el sexo en el ser humano es natural, todo comienza a cierta edad en la que las hormonas comienzan hacer lo suyo; comento esto porque, Seis Sesiones de Sexo, trata precisamente de eso, la curiosidad por el sexo en una persona discapacitada.

Mark O'Brien (John Hawkes), un poeta y periodista tetrapléjico y con un pulmón de acero que decide que, a sus 38 años, ya es hora de perder la virginidad. Con la ayuda de su terapeuta y la orientación de un sacerdote (William H. Macy), Mark se pone en contacto con Cheryl Cohen-Greene (Helen Hunt), una profesional del sexo.

Se aplaude que un guión que podría haber sido completamente predecible termine por resultar todo lo contrario, Ben Lewin, quien dirige y escribe, realiza un trabajo excepcional al evitar tópicos que suelen relacionarse a este tipo de historias de superación –olvídense de la dificultad de encajar en la sociedad y esas cosas típicas de este tipo de historias--, el director sabe de lo que quiere hablar: la necesidad y la exploración del sexo en una persona completamente inmóvil. El partir de un tema prácticamente “virgen” hacen de la película un momento agradable.

De este modo La curiosidad por el sexo en el ser humano es natural, todo comienza a cierta edad en la que las hormonas comienzan hacer lo suyo; comento esto porque, Seis Sesiones de Sexo, trata precisamente de eso, la curiosidad por el sexo en una persona discapacitada.

Mark O'Brien (John Hawkes), un poeta y periodista tetrapléjico y con un pulmón de acero que decide que, a sus 38 años, ya es hora de perder la virginidad. Con la ayuda de su terapeuta y la orientación de un sacerdote (William H. Macy), Mark se pone en contacto con Cheryl Cohen-Greene (Helen Hunt), una profesional del sexo.

Se aplaude que un guión que podría haber sido completamente predecible termine por resultar todo lo contrario, Ben Lewin, quien dirige y escribe, realiza un trabajo excepcional al evitar tópicos que suelen relacionarse a este tipo de historias de superación –olvídense de la dificultad de encajar en la sociedad y esas cosas típicas de este tipo de historias--, el director sabe de lo que quiere hablar: la necesidad y la exploración del sexo en una persona completamente inmóvil. El partir de un tema prácticamente “virgen” hacen de la película un momento agradable.

De este modo entendemos que lo que se nos pretende mostrar es el sexo como aspecto tan delicado como importante, reflejo de gran parte de nuestros miedos y traumas personales. Por supuesto que O'Brian desea tener sexo, pero más allá del puro deseo carnal –muy presente -- lo que este busca en realidad es conocerse a sí mismo, descubrir su personalidad y aceptar su humanidad. Así lo entendemos en las bellas escenas en las que él y Hunt exploran mediante el tacto su cuerpo inmóvil, momento en que O'Brian descubre un abanico de sensaciones nuevas para él, es decir, un conjunto de emociones que no se sabía capaz de sentir. 

Cabe resaltar que las partes de sexo resultan sumamente tiernas y cero explícitas, en gran parte, a las espléndidas actuaciones de la dupla protagonista; Hawkes entrega una interpretación hecha para premios y Hunt, su mejor actuación en años y que la pone de vuelta en el mapa.

Otro aspecto que trata Seis Sesiones…es la religión, que realmente no se toca como se pensaría al unirla con el sexo, si no qué, juega una función de desahogo y una vía de escape.

No es esta una obra maestra, desde luego, pero si es una digna y remarcable película que nos hace salir de la sala con una sonrisa en la cara sin trucos ni sensiblería. No hay que entenderla como una reflexión sobre la discapacidad, sino como un planteamiento sobre la vida y el papel que nuestra sexualidad tiene en ella, estrechamente vinculada a nuestra paz y serenidad emocional. Recomendable.

Diego S.


lunes, 1 de abril de 2013


Nosotros Los Nobles. Nosotros los entretenidos.




En pocas ocasiones una película mexicana con etiqueta de blockbuster me llama la atención, no es que sea malinchista, ya que suelen ser copias mal hechas de alguna película horrible de Hollywood. Nosotros Los Nobles es una cinta que tiene una premisa sencilla y sólo busca entretener, no es lo mejor del cine mexicano, pero, el alma son los personajes centrales. 

Cuando Germán Noble (Gonzalo Vega) - un manipulador y poderoso empresario - se da cuenta que los haraganes de sus hijos -- Javi (Luis Gerardo Méndez), Bárbara (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil) -- están tirando sus vidas por la borda, decide fingir la quiebra de su empresa para darles una lección, haciéndoles creer que todas sus propiedades fueron embargadas: los deja sin coches, celulares y tarjetas de crédito, los lleva a vivir a un vecindario pobre, los hace cambiarse de apellido y cortar contacto con todos sus amigos para salir adelante haciendo algo que ninguno de ellos había hecho antes... trabajar. 

Nosotros Los Nobles no busca encontrar la nueva comedia del cine mexicano, su trama es sencilla y no pretende más de lo que promociona. Si bien no está perfectamente hecha, la película tiene un gran acierto, los actores “juniors”. Ellos son los que hicieron que la película me atrajera para palomear un rato, creí que me terminaría aburriendo, pero resultó todo lo contrario. Karla Souza y Luis Gerardo Méndez están muy simpáticos en el papel de “la fresa” y “el mirrey”, ninguno de los dos busca profundizar o tratar de ir más allá de los clichés, sencillamente, se dejan llevar por los personajes y se nota como lo disfrutan. 

Cada uno de los “niños bien” tienen bien delineados sus diálogos, ya que, se nota que el director y actores conocen a las tribus urbanas en las que se basan, los comentarios resultan familiares para todos los que hemos tenido amigos cliché –“Me puedes decir porque se están llevando las cosas como si estuviéramos en Venezuela” uno de los comentarios que me hicieron morir de risa. 

Tiene su detalles, la fotografía me pareció en momentos estilo videohome, además, la dirección de arte en general pareció de telenovela –inclusive he visto novelas con mejor vestuario--. 

Independientemente de sus detallitos, Nosotros Los Nobles se disfruta para palomear un momento, me eché unas buenas carcajadas y me terminaron por simpatizar los “niños bien”. Lo mejor es que por fin vi a uno de los “mirreyes” sufriendo trabajando como la "prole"  ¿Alguna vez lo habían pensado o deseado? Yo sí.

Diego S.




sábado, 16 de marzo de 2013


Metal y Hueso: La difícil barrera de los sentimientos.



Las historias de amor en el cine están plagadas de clichés, todas plantean un mundo rosa donde al final todo tiene que salir perfecto; la hermosa mujer por fin encuentra a su príncipe azul y todo sale perfecto. Soy un tanto grinch y no disfruto mucho las historias de esta manufactura, me simpatizan más las historias apegadas a la realidad.  Metal y Hueso es un gran ejercicio de una historia de amor compleja y realista, acompañada de dos personas sumamente dañadas e imposibilitadas de decir lo que sienten.
Ali se encuentra de repente a cargo de Sam, su hijo de 5 años que apenas conoce. Sin dinero y sin amigos, deja el norte de Francia y busca refugio en casa de su hermana en el Sur. Ali encuentra trabajo como guardia de seguridad en un club nocturno local. Una noche, después de apagar una pelea, conoce a Stéphanie, una mujer hermosa y segura de sí misma. Le deja su número pero ella es una princesa y él un pobre tipo. Un día, después de un terrible accidente, Ali recibe una llamada inesperada de parte de Stephanie. Cuando la ve de nuevo, ella está en una silla de ruedas…
Los protagonistas de la cinta desconocen de su existencia. Para Ali (Matthias Schoenaerts) la implicación y el compromiso son valores por descubrir; apenas siente afecto por su hijo, al que a la primera encarga  a una hermana con la que sólo comparte sangre. Siendo el objetivo de apuestas en peleas callejeras consigue desprender la adrenalina precisa para mantenerse vivo. Quien también necesita el contacto con otro tipo de animal es Stepanhie (Marion Cotillard), una domadora de orcas, que verá mermar su seguridad tras sufrir un accidente. Tras un fortuito encuentro, la joven decide aliarse con el destino e introducir a Ali en su vida. 

El director, Jacques Audiard,  entrega una exquisita dirección, logra que el espectador no se hunda en la tragedia de sus personajes, nos muestra el barranco pero nunca nos suelta y lejos de regodearse en el sufrimiento invita al espectador a aprender a vivir con límites pero sin generar piedad. Esmerándose por ver la botella medio llena. Es aquí precisamente donde merece el mayor de los aplausos. Por ello, no son aleatorios los cegadores destellos de luz que se suceden a lo largo de la cinta. Funcionan como una conseguida metáfora. El empleo de la luz es mimado por su director y muy necesario en una cinta de tal calibre. Podíamos estar en el fondo del pozo, ahogarnos en la desgracia, bajar al infierno que supone una rehabilitación, Pero no., Audiard golpea fuerte, sin miramientos, y luego deja que la herida vaya sanando de forma natural, sin ningún vendaje.

El poder de la técnica adquiere en Metal y Hueso un matiz relevante. Cada plano está estudiado al milímetro y no por ello pierde frescura. Como tampoco la pierde la actriz principal de este tenebroso relato, Cotillard es sinónimo de credibilidad., su mejor papel inclusive que la actuación que le dio el Oscar. La francesa  aporta una interpretación contenida, dura, real, portando todo el dolor que le cabe y vaciándolo en el espectador que irremediablemente lo siente en carne viva. A Marion no se le puede reprochar absolutamente nada, no menos a Schoenaerts. El actor mimetiza con su personaje, la rudeza que se requiere la consigue desde la primera secuencia logrando una evolución natural hasta el último plano. Cabe resaltar la increíble escena donde una canción ñoña y meramente comercial como la de Firework de Katy Perry, toma otro sentido y todo gracias a la señorita Cotillard, me partió el corazón en ese momento. 

Rust and Bone (Por su nombre en inglés)  nos acerca a un Audiard más intimista pero sin bajar el listón de la dureza a la que nos tiene acostumbrados. El cineasta francés demuestra aquí de forma verosímil que los sentimientos pueden suponer una barrera más complicada de superar que la física. 

Diego S.



jueves, 28 de febrero de 2013


Los Juegos del Destino o cuando encuentras a tu media naranja.



He aquí otra de las nominadas y ganadoras de los premios Oscar del 2013, Los Juegos del Destino es la nueva película de David O. Russell, quien ya pisó los mismos premios en 2011 con El Peleador (ganando 2 de 7) y en esta ocasión aspiró a ocho galardones: mejor película, director (Russell), actor (Bradley Cooper), actriz (Jennifer Lawrence, Muy merecido su premio), actor secundario (Robert De Niro), actriz secundaria (Jacki Weaver), guión adaptado (Russell otra vez) y montaje.

¿De qué va Los Juegos del Destino? Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.

Como se puede deducir por su argumento Silver Linnings Plabook  --título original en inglés-- es una comedia romántica, no una al estilo de Mujer Bonita o cualquiera de Jennifer Aniston -por mencionar alguna-, tira más hacia el cine independiente que su realizador/guionista está acostumbrado a hacer, un David O. Russell al que nunca le he prestado mucha atención tras ver en su momento la irregular I Heart Huckabees (2003), hasta hoy.

Película de personajes raros, diálogos inteligentes, humor punzante y con bastante ingenio, con un enfoque coral -todos los personajes  se encuentran bien delineados- y realista, con un tono agridulce gran parte de metraje -debido a los problemas que sufren los protagonistas-, evitando en sus dos primeros actos los clichés de la comedia romántica norteamericana... pese a que acaba por caer en ellos en un final donde no faltan muchas emociones, una competencia de baile, alguna frase mentora para el recuerdo de un esplendido Robert De Niro, y un final feliz que no difiere mucho del que podemos encontrar en las película citadas en el anterior párrafo protagonizadas por Julia Roberts o la Aniston.

El hecho de que los cuatro protagonistas principales estén nominados a los premios Oscar indica por donde va su labor, cada uno encarnando personajes bien presentados, caracterizados y cada uno con sus peculiaridades. Bradley Cooper es un torrente de emociones que consigue transmitir su bipolaridad, la magnética Jennifer Lawrence es la mejor actriz de su generación y lo demuestra , un supersticioso Robert De Niro recuperado para el buen cine; una preocupada Jacki Weaver cierra el cuarteto de nominados que desde hace más de 12 años nunca se había nominado a una cinta en las cuatro categorías principales de actuación –por mencionar alguna, Reds (1981)--

Como mi afición al cine es igual a la que tengo por la música, decir que en Los Juegos del Destino la banda sonora es de alto voltaje. A la composición de un excelente y más contenido que de costumbre Danny Elfman, sumar la aportación de bandas como Alt-J, Eagles of Death Metal, Stevie Wonder, Bob Dylan & Johnny Cash, Jessie J, Led Zeppelin, The White Stripes y Frank Sinatra.

Pocas veces los Oscar han sabido apreciar tan bien los puntos fuertes de una película con sus nominaciones, pues la cinta opta a todas las categorías que hacen de ella un sobresaliente largometraje.  


Diego S.



sábado, 19 de enero de 2013


Django Sin Cadenas: un buen reciclado de lo ya hecho por Tarantino.


Cuando hablamos de Quentin Tarantino, hablamos de todo un rockstar del cine. Tarantino está al nivel de Tim Burton –hablando de popularidad--, tiene todo su estilo marcado y cada proyecto que se anuncia crea gran expectativa. El director de culto ha sabido hacerla dentro del cine, guiones irreverentes, extrema violencia y baldes de sangre por doquier. Sus historias forman parte del selecto grupo que se denominan de culto. Luego de Bastardos Sin Gloria, Tarantino estuvo escribiendo una historia que se desarrolla dentro del género western, género que ama y que lo llevó a ser director de cine. Django Sin Cadenas fue una buen reciclaje por parte del director del director y sus ya conocidos elementos. 

Dos años antes de estallar la Guerra Civil Americana (1861-1865), King Schultz (Christoph Waltz), un cazador de fugitivos alemán que le sigue la pista a unos asesinos, le promete al esclavo negro Django (Jamie Foxx) dejarlo en libertad si le ayuda a atraparlos. Terminado con éxito el trabajo, Django prefiere seguir al lado del alemán y ayudarle a capturar a los delincuentes más buscados del Sur. Se convierte así en un experto cazador de recompensas, pero su único objetivo es rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington), a la que perdió por culpa del tráfico de esclavos. La búsqueda llevará a Django y a Schultz hasta Calvin Candie (Leonardo DiCaprio), el malvado propietario de la plantación "Candyland". 

Tarantino siempre ha tenido una fórmula a lo largo de toda su carrera, y es simple, siempre nos da lo que nos agrada. Un héroe dañado por un villano muy malvado y gracioso, jode constantemente a nuestro personaje principal, pero al final nuestro héroe logra su cometido de una manera espectacular –cada quien tiene su momento de lucidez--. 

Aclarando la esencia en cada una de las historias de este genio, el director se embarca dentro de uno de los géneros con los que creció, el spaguetti western. No sale tan librado como al principio hubiera creído –pero me gustó mucho--. La primera parte de la película fue la que más disfruté, pero la sentía desenfocada; Tarantino va hilando la relación entre el Dr. Schultz y el esclavo, Django, que al final es la plataforma para lucir a su ahora musa, Christoph Waltz, quien entrega un personaje más que correcto en un simpático cazarrecompensas que te va seduciendo a lo largo de la cinta, sin embargo, el personaje principal no tiene su momento de lucimiento como se hubiera pensado, y es ahí, dónde un personaje secundario hace a un lado al protagonista. 

En la segunda parte de la historia es donde se cae, el personaje que había seducido a la audiencia se tropieza y se muestra completamente irregular, Django se ve de nueva cuenta desvanecido al aparecer Leonardo Di Caprio, quien en momentos su actuación me recuerda a Robert De Niro en sus buenos tiempos. 

Algo que me agrada del cine de Quentin ha sido su grandiosa violencia justificada y descarada, en esta ocasión el “chisme” que se había armado respecto a los actores que renunciaron debido a la gran violencia que esta manejaba, me hacía pensar que el tema de la esclavitud se prestaba para algo más gráfico –debo admitir que adoro la violencia desmedida—y golpes y miembros por todas partes, pero, resultó todo lo contrario, me pareció haber percibido un cambio en la naturaleza de la violencia característica de Tarantino, y por momentos, y aunque parezca mentira, he sentido la contención del cineasta en escenas que podrían haber sido mucho más crudas, todo ello sin salirse del marco de la brutalidad a que dio pie la esclavitud en los Estados Unidos. Para ser sincero, me decepcionó la falta de violencia explícita. 

Debería de estar hablando de Django, el protagonista de la cinta, sin embargo, Jamie Foxx no hace mal su trabajo pero es simplemente un personaje que al parecer no encariñó tanto a su creador, como lo hizo con sus secundarios – Tarantino ama a los villanos--, simplemente no resalta y muestra nula química con su damisela en peligro. 

Punto y aparte para la escena del Ku Kux Klan, el exquisito soundtrack y el cameo de Jonah Hill y Franco Nero. 

La película pudo ser mejor si les restáramos una hora menos – dura casi las tres horas--, pero aún así, disfruté la cinta como he disfrutado cada una de las historias del señor Quentin, tiene sus detalles como los antes mencionados y un buen reciclado de lo ya hecho por el director, aunque considero que no era para ser nominada al Oscar como Mejor Película. Entretenida.

Diego S.

P.D. Silencio total cuando se exhiben los "dotes" de Jamie Foxx.



jueves, 17 de enero de 2013


Amour: la forma menos idealizada del amor.

Amour es puro horror, pero también es puro amor.


Michael Haneke es un director austriaco que se ha mantenido en una línea cinematográfica sumamente tensa, todos sus demonios los vuelca en cada una de sus impecables cintas. Funny Games mancha un excelente retrato familiar con algo de violencia, La Pianista es un retorcido retrato de una mujer sumamente perturbada; Haneke es un genio que te ataca psicológicamente, jamás será todo tan gráfico como se podría pensar. Michael Haneke es de los mejores directores contemporáneos, con Amour no hace otra cosa que reafirmar su excelente e impecable filmografía. 

Georges y Anne, los ochenta cumplidos, son dos profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija también se dedica a la música, y vive en Londres con su marido británico. Un día, Anne sufre un infarto. Al volver del hospital, un lado de su cuerpo está paralizado. El amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba. 

El director nacido en Munich no se empeña en horrorizarnos a nivel visual, pero si al nivel sentimental. Es un auténtico genio del terror, del terror psicológico. Basta con contar un drama sencillo y cotidiano para convertirlo en una película sombría, dolorosa y siniestra, pero de una belleza inusual. 

Haneke es inigualable. Creo que es el único director del mundo que consigue horrorizarme y emocionarme en una misma película, porque Amour es puro horror, pero también es puro amor --valga la redundancia--. Pocas veces he visto una historia de amor tan veraz, pura y auténtica como la de esta película. En el amor del mundo de Haneke no hay besos, ni abrazos, ni sexo, hay cariño, afecto, comprensión, sensibilidad y apoyo en las buenas y en las malas, y sacrificio. Él muestra el amor de forma menos idealizada, más realista y, quizá, más efectiva. Así es el verdadero amor. 

Cada una de las 5 nominaciones al Oscar las tiene bien ganadas. La academia debería de ser justa y reconocer el excelente trabajo de cada uno de los involucrados en esta asombroso e íntima historia. Los veteranos actores, Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, están sencillamente impresionantes, cosa que se debería haber reconocido a la dupla de actores, sin embargo, posiblemente ninguno de los dos obtenga el premio –tomando en cuenta que a Trintignant ni se encuentra nominado--.

Técnicamente la cinta es muy del estilo del director, muy europeo. Planos largos, profundos y austeros. Guión sencillo pero que sólo un genio como Haneke puede convertir en obra de arte, el director ha vuelto a dar en el clavo, ha deslumbrado con una historia preciosa a la par que saca los monstruos más retorcidos de su cabeza. Una de las mejores películas de uno de los mayores genios cinematográficos de nuestro tiempo.


Diego S.



viernes, 4 de enero de 2013


Lo peor del cine en 2012

La siguiente lista está integrada en su mayoría por películas de terror, sin embargo, los primeros lugares están en dichas posiciones debido a la gran decepción que fueron para su servidor, tienen muchos detalles grandiosos, pero su historia me pareció una completa bazofia.


[REC 3]

Teniendo dos secuelas, una resultó ser maravillosa, otra simplemente gustó; REC 3 no aportó nada como secuela –realmente está situada a la par que la primera—salvo su grandioso maquilla y hacer notar que a los directores les está cayendo muy buen dinero por la excelente dirección.

La novia kick ass

Silent hill 2: La Revelación- Silent Hill Revelation

Silent Hill La Revelación tiene una historia incoherente, dado que es la continuación directa de la cinta estrenada en 2006, no se encuentra una conexión estable respecto a la anterior, el cambio de nombre por parte de la protagonista, el regreso a la vida de la pequeña y la muerte de la madre jamás lo explican de lleno, todo no tiene un porque, todo sucede porque si.  Pésima secuela.

???????

Actividad paranormal 4- Paranomal Activity 4 

¿Hay algo nuevo que decir sobre una historia que se repite hasta el cansancio?

¿En la siguiente entrega utilizarán el nuevo Xbox?

El Cuervo: Guía para un asesino- The Raven 

Con elementos de ficción y verdaderos, la cinta dirigida por James McTeique se queda corta para los seguidores de Poe, en primera instancia por la falta de creatividad a la hora de mostrar cada una de las muertes de sus distintos cuentos, que quizá para los que no conocen la obra literaria del escritor pueda ser un tanto brusca e inclusive evocarles a cintas contemporáneas como El Juego Del Miedo, sin embargo, para los amantes del autor sólo llegó a ser una cinta llena de referencias al autor.

Atinada la caracterización de Cusack

Terror en Chernóbil- Chernobyl Diaries 

Lo único por lo que fui a ver la cinta es por mi pasión por “ver” Chernóbil en una cinta de terror, ya que considero que es un lugar con todo para realizar una cinta de género.

¿La chilindrina en drogas?
Esto es Guerra- This Means War 

Pocas han sido las comedias románticas que me han dejado con un buen sabor de boca o por lo menos me entretienen, cuando fui a ver Esto es Guerra, sólo quería comer palomitas y ver una fórmula trillada dentro del género, sin embargo, no disfruté ni las palomitas ante tan mala película. Actuaciones pésimas, una historia mal hecha y un Tom Hardy…guapo, siendo esto último lo único disfrutable
.

sólo por Hardy This Means War no fue lo peor.

Blancanieves y el Cazador- Snow White and The Huntsman 

Kristen “pésima” Stewart es sinónimo de mala película y cada que le dan un protagónico es para atraer a la “manada” de fans de Crepúsculo y no por su grandioso talento. ¿Quién creyó en verdad que la sosa de Stewart es más hermosa que Charlize Theron?

¡¿A quién se le ocurrió que Kristen Stewart es más bella que yo?!
Sombras Tenebrosas- Dark Shadows

Dark Shadows lejos de ser tenebrosa, no podría resultar más convencional. Es una supuesta comedia de terror en la que el terror hace reír y la comedia da miedo, para ser sincero, estoy siendo generoso. Al estar ambientada en los 70’s, el diseño de producción ansía meter suficientes referencias de la década para evocar aquella época --tanto sonoras como visuales--, pero en cambio, es tal el abuso --y el mal uso--de estas referencias, que la traslación queda carente de credibilidad. Aun así, Burton se ha caracterizado por tener buen vestuario y una estética impecable, aquí no es la excepción. Esta es la prueba de que Tim Burton estaba estancado creativamente.

La dupla Burton-Deep tiene que romper. 
El Caballero de La Noche Asciende- Tha Dark Knight Rises

Sonaba magistral el hecho de incluir a Bane como el villano principal de la última entrega de Batman, ya que así sería sorprendente para la audiencia que no está muy familiarizada con el personaje y tendría la oportunidad de crear a un villano perfecto después de lo sucedido con The Joker. Nolan quería quitar el mal sabor de boca que años atrás había dejado el Bane de Shumacher a los fanáticos del hombre murciélago, sin embargo, en la tercera entrega el villano no brilla en lo absoluto como se creía. Tom Hardy interpreta a Bane como cualquiera lo hubiera hecho, realmente no resulta relevante debido al difícil personaje enmascarado, cualquiera pudo haber hecho lo que hizo Hardy ya que no tienen ninguna carga interpretativa, sólo habla y da órdenes, que al final queda en la trillada frase ‘mucho ruido, pocas nueces’.  Jamás me había aburrido tanto en una película, se me hizo eterna y una decepción total.

¿Eso fue el cierre?
Después de Lucía

Una de las peores películas ganadoras en Cannes. Cinta inflada con el buzz de los premios que al final resultó ser una cinta olvidable, plana, incoherente y aburrida. Una película pretenciosa que parece más un episodio de Mujer Casos de la Vida Real dirigido por un imitador de Carlos Reygadas.

sólo hablarán de ti por lo mala que es.